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20 de julio de 2013

Cómo está la formación del docente en TIC


En muchos ámbitos educativos sale un tema candente desde hace años: Internet. Con la penetración de Internet en nuestras vidas, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) han alcanzado un protagonismo sin precedentes, y de una manera muy amplia. O eso parece. En esta entrada veremos algunos motivos para esa consideración protagonista.

Se ha escrito y se sigue escribiendo mucho sobre las TIC. Mi intención es abordarlo de una manera sencilla, sin tecnicismos y con un enfoque sociológico y pedagógico, sin entrar en múltiples consideraciones, que, como siempre, podéis aportar en vuestros comentarios.

Acerca de las TICs (Tecnologías de la Información y la Comunicación) podemos estar de acuerdo en lo siguiente:


  • La tecnología es una herramienta muy potente, tanto que es uno de los factores que más determina el avance de cualquier civilización. Pese a que no es menos cierto que tampoco es el único y que, por tanto, limitarse a ella es prescindir de otros factores como la economía, la ética... la educación.
  • La Historia es una sucesión de hechos que no siempre han seguido un continuo, sino que a veces han pasado por crisis: Neolítico, I Revolución Industrial, II Revolución Industrial... Hemos ido pasando de los pequeños grupos nómadas, a los primeros asentamientos, a los primeros núcleos poblacionales, a las grandes civilizaciones... hasta el mundo globalizado, en el que apenas existen distancias (físicas) y en el que la información fluye en numerosísimas direcciones. Vivimos en una sociedad multirrelacionada, como si fuera una gran red interconexionada. Por eso se la denomina sociedad de la información (llamarla del conocimiento aún nos parece excesivo, ya que dudamos que haya mucha información compartida y comprendida; el conocimiento es algo compartido por la mayoría de los miembros de una colectividad).
  • Sea del conocimiento o no, los que nos dedicamos a la educación (porque creemos en ello, por supuesto; los que no creen en ello, se dedican a otra cosa, pero no a la educación... estamos de acuerdo) aspiramos en efecto a que sea una sociedad del conocimiento. Porque creemos en una sociedad de individuos libres, sociales, pero libres. Siguiendo a Delors (1996), aspiramos y contribuimos a que se formen ciudadanos críticos, porque sólo con criterio se puede elegir. Sólo con conocimiento hay criterio.
  • Ahora bien, ¿cuánto tiempo ha estado desvinculada la escuela de la sociedad? Demasiado tiempo. El aprendizaje situado no sólo se da cuando se multiplican dos filas de once submarinos en un cuaderno Rubio; también se da cuando nos empecinamos en enseñar el género y el número de los demostrativos y despreciamos el fenómeno de los SMS "encriptados", por ejemplo. Es decir, retomando los argumentos del primer punto, la escuela no da la espalda a la sociedad porque rehúya de la tecnología, sino que la escuela da la espalda a la sociedad porque no se hace eco de su cotidianidad, de la que también forma parte la tecnología.
  • Es más, la tecnología no sólo es un contenido epistemológico, sino que también constituye una herramienta imprescindible para alcanzar otros contenidos. No olvidemos que la imprenta también es un producto tecnológico. En su origen, y durante largo tiempo, fue la “TIC” por antonomasia. Hoy existen nuevos productos tecnológicos; sería estéril no tenerlos en cuenta.
  • Porque, lo queramos o no, la escuela no es el único foro donde se genera conocimiento. Y no siempre es el más poderoso; no estamos hablando de la familia (aunque esto también daría de qué hablar), sino de los Mass Media sobre todo.
  • Unos medios de comunicación cada vez más sofisticados y eficaces porque cada vez conjugan más diferentes estímulos sensoriales. Ya no sólo es la vista la que trabaja, también el oído. Es verdad que no cuentan con la cercanía de los compañeros de clase ni del maestro, pero su dominio audiovisual es mucho mayor y además cada vez gozan de mayor difusión. La pega es que las intenciones no son siempre altruistas, suelen moverse por los intereses pecuniarios de unos pocos. Algo que contrarresta la igualdad de oportunidades supuesta a cualquier sociedad digna de ser denominada democrática, puesto que la participación de las mayorías mengua en favor de lobbies y grandes corporaciones.
  • En términos de competitividad, si no puedes con tu enemigo, únete a él. Pero la escuela, afortunadamente, aún no está en manos de grandes empresas privadas, y no tiene por qué unirse, sino valerse de algunos de sus métodos. ¿Por qué no de los medios audiovisuales y de la tecnología que la facilitan?


En suma, comprendemos el fin de la formación en nuevas tecnologías para el docente, pero el tiempo que se le dedica nos parece escaso. Comprendemos que es una cuestión de prioridades, pero alguna vez, viendo un fragmento de un debate televisivo sobre las ventajas y desventajas de los videojuegos, nos acabamos de cerciorar de la distancia que existe entre un experto en el ocio electrónico y un experto en educación, desarrollo evolutivo o Geografía e Historia. Quizá fuera necesaria una sinergia entre ambos profesionales.

En todo caso, a título particular, considero que es una formación necesaria y esperamos que también contribuya a que el docente pueda evaluar con mejor criterio la utilidad de casi cualquiera de los productos tecnológicos que se ofertan con tanta frecuencia (no sólo ordenadores, no sólo presentaciones de Power Point, no sólo PDI (pizarras digitales interactivas)...

Y sirva como muestra un botón. Si pulsáis veréis de qué manera me las he ingeniado para crear el índice alfabético de este humilde blog:


Manual cutre para hacer un índice alfabético de posts en Blogger

Bueno, funciona.




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