Ninguno
de los modelos expuestos hasta ahora (véase introducción) está
libre de interpretaciones. Tampoco iba a ser menos el que exponemos
en esta entrega. Sin embargo, es frecuente encontrar
pobres
comparaciones de este con las acciones
de una
comunidad educativa. Cuando realmente la comunidad de aprendizaje,
Community of
Learners,
como expone Daniels (2003)1,
es algo más intrincado en el proceso de enseñanza-aprendizaje:
«Una
comunidad de aprendizaje es un contexto dentro del cual se dan
múltiples zonas de desarrollo próximo al mismo tiempo. Cada
estudiante puede seguir distintas secuencias y progresar a su propio
ritmo por vías distintas. Así pues, el aula se ve como un contexto
donde se ofrece apoyo a múltiples zonas de desarrollo próximo [ZDP]
que se superponen entre sí. Este apoyo se ofrece mediante el sistema
de prácticas que forman la comunidad de estudiantes».
Este modelo de comunidad de aprendizaje se apoya en el modelo
psicológico sociocultural de Vygotsky. Quien liga el desarrollo
personal al aprendizaje pero con esta condición (Vygotsky (1956))2:
«Esta
hipótesis presupone necesariamente que el proceso de desarrollo no
coincide con el de aprendizaje, el proceso de desarrollo sigue al de
aprendizaje, que crea el área de de desarrollo potencial [zona
de desarrollo próximo, ZDP]».
De
modo que defiende que el aprendizaje potencia el desarrollo, lo
estimula. Lo cual se produce sobre todo en contacto con otras
personas. En la cooperación se establece el diálogo
necesario, aparece el lenguaje, para establecer las conexiones
entre el nivel de desarrollo real y las ZDP, mediante las cuales el
niño construye su propio conocimiento a partir del apoyo de los
demás. Pero no de cualquier manera: cuanto más ricos
y mejor organizados sean los aprendizajes, más
armónico será el desarrollo cognitivo con el entorno
sociocultural que arropa al individuo. Por ello Vygotsky promueve
la intervención de un guía, un experto, que puede ser (y
recomienda que sea) un igual, otro niño. Quien mediante el lenguaje
estimulará al menos experto planteándose entre ambos un intercambio
de reflexiones.
Para
facilitar este diálogo (lenguaje
interpersonal), es
conveniente que los contenidos expuestos estén organizados de manera
científica, que es como piensa el niño, según Vygotsky. El
contexto social diseñado en las
comunidades de aprendizaje
se nutre de estas concepciones, ya que se trata de que participen e
interactúen los contextos personales de cada alumno de la comunidad.
De modo que un familiar puede narrar a otros alumnos en qué consiste
su trabajo, otro puede explicar sus aficiones y realizar un taller
con el resto de la comunidad. La
finalidad es la de establecer una red de conexiones entre situaciones
cotidianas en un contexto particular que presenten diferentes formas
de comprender esa realidad de forma que el alumno pueda hacerla
extensible a una generalidad de contextos.
Este
es un modelo de suma importancia para la intervención con los menos
favorecidos. Mediante este modelo se hace especial hincapié en la
riqueza que aporta la diversidad. Una diversidad
que, trabajando de forma cooperativa, facilita el desarrollo del
conjunto de individuos de forma superior a como lo haría la suma de
los individuos por separado. Y todo, explicado desde las ZDP, que no
se corresponden con el desarrollo real en un determinado momento: una
guía, un andamiaje
adecuado es lo que necesita cualquier persona para dar lo mejor de sí
misma.
OBSERVACIÓN: Como destaqué al principio de esta entrada, la denominación de comunidades de aprendizaje no está libre de interpretaciones. Sin embargo, estas interpretaciones tienen un lugar común, basado en el apoyo del contexto del alumno y para el alumno, de la diversidad y para la diversidad. No obstante, la iniciativa de comunidades de aprendizaje más desarrollada en España trasciende al aula, para hacer extensiva la educación al entorno sociocultural en el que se inserta el centro educativo. Que generalmente es el barrio. Así, las comunidades aprendizaje se crean con el compromiso de transformar el centro educativo con la participación efectiva de la comunidad. Como vimos en el post anterior, esto comparte la actitud transformadora defendida por Paulo Freire y su pedagogía libertaria. La importancia de estas experiencias radica en la inclusión de todos los alumnos, en la búsqueda del logro de todos (alumnos, familias y de la comunidad) haciéndoles partícipes en la transformación: desde su implicación en la señalización de prioridades hasta el desarrollo curricular, desde un plano de igualdad entre familias y profesorado. Donde se persigue la superación de roles exclusivos: el ama de casa también es un referente curricular, por ejemplo. Se promueve así que las personas participen como ciudadanos activos, como actores protagonistas en la sociedad que quieren conseguir. Así, podemos decir que el centro educativo se configura para ser el epicentro transformador del barrio con el control de sus destinatarios, que no son solo los alumnos, sino la sociedad en que viven.
Esta entrada del blog pretendía exponer un modelo pedagógico más, pero es obligada la mención de este modelo educativo por la importancia que va adquiriendo en una sociedad que demanda una educación inclusiva, que no debe ni puede prescindir de nadie.
El principal impulsor de este tipo de iniciativas es Ramón Flecha. En la página Comunidades de Aprendizaje encontraréis información sobre este modelo educativo: fundamentación, experiencias, metodología, formación...
Os dejo con una comunicación del propio Ramón Flecha, destacando evidencias sobre la riqueza que aporta la diversidad:
Os dejo con una comunicación del propio Ramón Flecha, destacando evidencias sobre la riqueza que aporta la diversidad:
(Haz CLIC AQUÍ para ver mejor el vídeo)
1
Daniels, H. (2003): Vygotsky y la pedagogía.
Barcelona, Paidós
2 Recopilado
de Cecchini,
M. (1969) (trad. Benítez,
M. E. (1986)): Luria, Leontiev,
Vigotsky. Psicología y Pedagogía.
Madrid, Akal
Sin una escuela para todos y todas, que se olvide todo el mundo de una humanidad más justa.
ResponderEliminarFelicitaciones al autor del blog.
Los sistemas educativos son normalizadores por propia definición. Agrupan alumnos en el mismo espacio por año de nacimiento dándoles a todos las mismas horas de los mismos contenidos durante el miso tiempo. Fuerzan un ritmo medio olvidándose de que tanto por encima como por debajo de la media las campanas tienes colas en donde están la mayoría de lis alumnos frustrados por estar desmotivados y desaprovechados o incapaces de seguir el ritmo. Las adaptaciones curriculares y repeticiones de curso no son más que chapuzas, parches que dan cuenta del fracaso del paradigma sin abordar au solución. Luego podemos decir cosas muy bonitas de lo que los profesores pueden hacer en el aula, de atender a los diferentes ritmos, de inclusión y lo que quieras pero la realidad es que no puedes poner en aula a alumnos con ritmos y necesidades completamente diferentes y aprovechar óptimamente su potencial porque fuera de la educación reglada nadie lo hace así. Lo que necesitamos es un sistema educativo mucho más flexible en donde no se establezcan tiempos tan rígidos y cada alumno pueda certificar su evolución y avanzar de forma libre y autónoma. No tratar a los alumnos como bebes incluso en la universidad, enseñarlas a tomar las riendas, ser autónomos pero supervisados y decidor sobre su propio futuro y no como hora que el 90% la primera decisión real que afronta es qué carrera elegir después de 15 años en el sistema educativo.
ResponderEliminarExcelencia sin equidad es elitismo, y equidad sin excelencia produce mediocridad
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