Pero cegadme.
Cegadme los ojos tristes,
Ciegos por recordarla.
Plácida luz de luna,
¿Por qué me meces?,
¿Por qué memeces me meces?
Conténtate con tu aura,
Acaso no es suficiente,
Que agasajos ya tuviste,
Que ahora quieres vaivenes.
Mécete tú,
Déjame estar,
Dejadme en vigilia,
Pero no me mezáis.
Sueño,
Creo que estoy flotando,
Lleno de ella, sin vosotros:
Sin luna, sin estrellas,
Sólo de ella.
¿Por qué me meces?,
¿Por qué memeces me meces?
Y despierto; dos veces:
Mis ojos de par en par,
Y mi alma, despierta ya.
Murió el sueño,
Pero aquí estoy, sin ella,
Sólo nosotros:
La luna, las estrellas
Y yo.
Me meces,
Sólo memeces.
¡Cuánto me meces con esta poesía, José! :-)
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